¿Y qué te parece el Bitcoin?

Posted on Wednesday, February 7, 2018 in Uncategorized

¿Y qué te parece el Bitcoin?

Cada vez que alguien me pregunta si he oído hablar de eso del Bitcoin o me dice que quiere invertir, hay tantas cosas que se me ocurren que podría contarle y tantos enlaces que querría pasarle, que he pensado que era mejor recopilarlo en un post sobre el tema. Y, qué demonios, hoy no eres nadie si no tienes un post sobre el Bitcoin y qué mejor tema para despertar a mi blog de su letargo de dos años que la burbuja de moda.

Así que haya vamos. Antes de nada, me referiré únicamente a Bitcoin pero casi todo lo que se cuenta podría aplicarse a todas las demás monedas que surgieron después basadas en Blockchain (Litecoin, Ethereum, BCash, ...) pese a que los puristas del Bitcoin consideran a las demás criptomonedas una estafa de oportunistas que se quieren enriquecer.

Lo primero de todo es entender qué son el Bitcoin y la tecnología blockchain en la que se basa, y para eso no he visto nada mejor que un artículo de Ars Technica. El artículo de Ars Technica es simplemente excelente, como es habitual, y lo explica de una forma muy clara, pero sería muy difícil de resumir aquí, así que simplemente léanlo antes de nada.

Bien, ¿ya está leído? Vale, pues ya sabemos lo necesario para entender cómo funciona el Bitcoin, ahora toca hacer la pregunta incómoda: ¿para qué sirve? Algunos entusiastas tienen la esperanza (e incluso la creencia) de que llegará a ser un sustituto del dinero fiduciario actual, pero salvo algunos usos anecdóticos, de momento es difícil encontrar una utilidad real y, como cuenta Jaime Buelta, su funcionamiento hace bastante difícil que tal uso llegue alguna vez.

El artículo de Jaime Buelta, sin embargo, me parece incluso optimista, ya que no cita el principal problema para que Bitcoin obtenga algún uso práctico, que es su lentitud y elevado coste en transacciones. Debido al límite fijo establecido en Bitcoin, solo se pueden procesar un número muy pequeño de transacciones por segundo, lo que provoca que tengamos que escoger entre o bien tener que esperar incluso horas para que nuestra transacción se confirme, o bien pagar una comisión más alta por nuestra transacción para que pase delante de las que pagaron menos comisión. En el momento en el que estoy escribiendo esto, la comisión media está por encima de los 7$. Hace un mes estaba por encima de 20$. ¿Es posible imaginar que el Bitcoin podría usarse como esperan algunos entusiastas para tareas cotidianas como pagar un café o la compra semanal con semejantes comisiones? ¿O pagar una comisión más pequeña y tener que esperar horas hasta que tu transacción se confirme? Estos son los motivos que han llevado a Steam a eliminar Bitcoin como forma de pago, ya que sus altas comisiones y volatilidad lo hacían insostenible.

Pero bueno, como decía al principio del párrafo anterior, parte de estos problemas son ocasionados por el propio diseño del Bitcoin. ¿Es posible que otras criptomonedas basadas en Blockchain sepan solucionar este problema? El caso es que, ante esta situación, se crearon variantes de Bitcoin como Litecoin primero y Bitcoin Cash después, que intentaban solucionar el problema introduciendo variaciones en el protocolo. Pero si con la adopción marginal que tiene el Bitcoin ya están surgiendo estos problemas, las variantes introducidas por Litecoin y BCash lo único que hacen es posponer el problema ante un hipotético uso real de las criptomonedas basadas en Blockchain.
Todo el problema de las comisiones está muy bien explicado, de nuevo, en Ars Technica.

Si las monedas basadas en Blockchain fallan, ¿hay alguna otra utilidad para Blockchain? El caso es que Blockchain es una idea interesante, lo que pasa es que, según dice Kai Stinchcombe en Hackernoon, diez años después todavía no hemos encontrado ninguna utilidad práctica para Blockchain, ni siquiera con el obstinado esfuerzo de IBM por encontrar la forma de venderlo, y tampoco parece que resuelva ningún problema real, sino que los crea nuevos.

¿En qué deja entonces todo esto al Bitcoin? ¿Cuál es su utilidad y el motivo de las grandes fluctuaciones en su precio? La respuesta común a estas preguntas es la especulación.
Con muy pocas probabilidades de que el Bitcoin llegue a tener un uso real, la mayoría de los que invierten en Bitcoin lo hacen como producto de inversión especulativo en el que lo único que hace que el precio del Bitcoin suba es que haya nuevos compradores en lo que se asemeja más a un esquema Ponzi que a otra cosa, pero esto también tiene sus particularidades.

El primer obstáculo con el que se encontraría un inversor es la dificultad para entrar en el mercado. No es tan fácil como podríamos imaginar. Ir a una página web y pagar con tarjeta tus nuevos Bitcoins que obtienes al momento. Pues no.

Aunque las transacciones en bitcoins no son anónimas (como a veces se dice) ya que todas las transacciones son públicas, sí que puede ser difícil identificar a su autor, además de que (de momento) escapan de los impuestos y el control de los reguladores. Todo esto, además de atraer a los libertarios anarcocapitalistas que vieron en el Bitcoin su utopía desregulada, también atrajo a criminales como narcotraficantes y distribuidores de ransomware, que son los únicos que habían encontrado un uso real al Bitcoin hasta que lo abandonaron por otras criptomonedas cuando las tarifas del Bitcoin se dispararon.
Por estos motivos o por falta de medios, muchos mercados además no cumplen con la normativa anti lavado de dinero que les obliga a identificar a sus clientes (KYC/AML). Y claro, tu banco tradicional, que normalmente no querrá verse involucrado tan fácilmente con fondos provenientes de actividades criminales, evasión de impuestos y lavado de dinero, no querrá verse mezclado con el Bitcoin. Por eso los mercados de bitcoins tienen tantos problemas para obtener servicios bancarios.
En el mejor de los casos, si el mercado de tu elección todavía ha conseguido conservar sus servicios bancarios, podrás transferir fondos directamente con una transferencia bancaria, lo que tardará un día o dos. En otros casos, cuando la transferencia bancaria no es una opción (y mucho menos el uso de tarjetas), tendrás que hacer una cadena de transferencias pasando por distintos servicios de pago y haciendo distintos cambios de divisa dejando comisiones por el camino hasta conseguir convertir tu dinero en Bitcoin y que tus fondos lleguen al mercado destino. Para entonces el precio del Bitcoin ya habrá cambiado.

Y si ya hay problemas para entrar en un mercado de Bitcoin, para salir es más difícil todavía. Si has tenido la suerte de poder hacer fortuna especulando con bitcoins, probablemente querrás convertirlo de vuelta al estable y útil dinero fiduciario que puedes usar para comprar cosas y además evitar que tu riqueza se esfume en el próximo desplome del precio del Bitcoin, pero en el camino de salida encontrarás las mismas dificultades que en el de entrada, como es lógico, pero adicionalmente, te encontrarás con problemas para justificar esos ingresos ante el fisco que, ahora sí, entrará en acción. Tu banco también encontrará sospechoso que de repente tengas un importante incremento en tu saldo sin justificar y más aún si detecta que está relacionado con el Bitcoin.
Por eso, como explica David Gerard, aunque realmente consigas hacer beneficios con el Bitcoin, es difícil salir del mercado y convertir tus ganacias en dinero estable y que puedas usar.

Bueno, pero este es el precio que hay que pagar para poder cumplir el sueño anarcocapitalista de invertir en un mercado desregulado, ¿no? Pues hay más.
Al ser mercados que en muchas ocasiones operan totalmente al margen de los reguladores desde sociedades opacas en paraísos fiscales, se convierte en un mundo en el que todo vale y los propios inversores también son víctimas de los mecanismos de otros inversores e incluso de los propios mercados para alterar el precio del bitcoin a conveniencia usando trampas que en mercados regulados son ilegales.
Por ejemplo, como cita David Gerard en otro artículo, Bitfinex, el mayor mercado del mundo permite técnicas fraudulentas para manipular los precios como el wash trading y painting the tape (comprar o vender a uno mismo o a otros cómplices del fraude) o el spoofing (crear órdenes de compra o venta que se cancelan inmediatamente en cuanto se empiezan a ejecutar), también permitido por Coinbase y GDAX y documentado en un extenso artículo de Bitfinex'ed donde explica cómo el spoofing podría estar usándose para manipular el precio en el mayor mercado de bitcoins.
Existen al menos dos ocasiones de uso de información privilegiada por parte de empleados de Coinbase para hacer inversiones más ventajosas usando información no disponible para el público genereal. El caso de Bitcoin Cash salió en los medios de comunicación generalistas y está siendo investigado por el propio mercado, pero incluso más alarmante es el caso de Litecoin cuando Coinbase contrató al creador de Litecoin que se encargó él mismo de añadir la criptomoneda a la lista de divisas disponibles en Coinbase y vender toda su inversión en Litecoin en el momento de su máximo valor justo antes de que se desplomara en un movimiento que en los mercados tradicionales haría saltar todas las sospechas, pero en los mercados de desregulación total en los que funcionan las criptomonedas todo vale.
La manipulación del precio del Bitcoin es algo incluso analizado en un paper tras una investigación conjunta de las Universidades de Tulsa y Tel Aviv y el uso de estas técnicas fraudulentas fue masivo, demostrado y admitido en Mt.Gox, el que hasta el momento de su colapso fue el mayor mercado de bitcoins. El fraude llegaba hasta el punto de que aparecieron transacciones fraudulentas a comisión cero y en momentos en el que el mercado estaba offline, probando así que el fraude era cometido por el propio mercado. La falta de regulación además provoca que cada mercado actúe como una isla, lo que añadido a las posibles manipulaciones a las que cada mercado puede verse sometido y el movimiento de fondos entre mercados, puede provocar grandes discrepancias en el precio del Bitcoin, como señala David Gerard en el artículo ya mencionado.

Todas estas trampas y fraudes, admitidas u ocultas, añadido a los dudosos orígenes y deficientes controles a los que se someten las transacciones de criptomonedas no hace más que cargar de razones a los bancos que no quieren tener nada que ver con Bitcoin, lo que produce muchos problemas a la mayoría de mercados de bitcoins para mantener los servicios bancarios necesarios para permitir a sus clientes entrar al mercado o retirar sus ganacias. ¿Cómo reaccionan los mercados para solucionar sus problemas bancarios? Es entonces cuando surge Tether.

A pesar de sus intentos por ocultarlo pasando incluso por negarlo públicamente, ahora sabemos gracias a los Panamá Papers que Tether es una empresa de Bitfinex, uno de los principales mercados de Bitcoin. El principio de Tether es usar una moneda virtual que mantiene su valor en paridad con el dólar de forma que puede usarse como representación sustitutiva del dólar, pero sin usar dólares. Algo así como las fichas de la lavandería. De esta forma, los mercados, en vez de usar los problemáticos dólares que requieren tener servicios bancarios sometidos a leyes anti lavado de dinero, pueden pasarse a los tethers emitidos por una misteriosa y opaca empresa que no les pide someterse a ningún control. De hecho, en una versión antigua de su página web destacaban como una de sus ventajas el poder evitar los controles anti lavado de dinero.
¿Cómo sabemos cómo funciona la emisión de tethers por Tether? Bueno, no lo sabemos realmente, ya que a pesar de lo que suele ser habitual en las entidades financieras y de las constantes demandas de parte de la comunidad, Tether nunca ha hecho una auditoría y ni siquiera sabríamos quién está detrás de la empresa si no fuera por los Panamá Papers. La única prueba que Tether está dispuesta a ofrecer de su solvencia y la limpieza de sus finanzas es a través de un periodista que se ofrezca para revisar sus cuentas bajo un acuerdo de confidencialidad y que así atestigue el buen estado de sus cuentas. Sin embargo, hay un motivo por el que las auditorías las hacen auditores y no periodistas bajo acuerdos de confidencialidad, como ya vimos cuando Roger Ver revisó las cuentas de Mt.Gox afirmando que la empresa era solvente poco antes de su quiebra y cuando ya era insolvente.

Así que a falta de pruebas, lo único que tenemos para confiar en la buena fe de Tether son sus promesas de que cada tether emitido está respaldado por la misma cantidad en sus cuentas bancarias. Sin embargo, resulta muy sorprendente que una empresa que ha sido hackeada varias veces (y que tiene la curiosa costumbre de sustraer fondos de sus clientes para cubrir las pérdidas por hacks), que no publica ninguna información sobre su estructura y finanzas, sin ninguna auditoría y con problemas bancarios previos reciba cientos de millones de dólares en inversiones diarias. Entre el 14 y el 20 de enero emitió 100 millones de dólares cada día (a excepción del 15) en pleno crash del Bitcoin, llegando a alcanzar los 2 mil millones de tethers emitidos. Sin aportar ninguna prueba convincente de solvencia, a la empresa le cuesta convencer a algunos de que tienen 2 mil millones de dólares en el banco procedentes de inversiones en una empresa que no aporta ninguna auditoría ni información sobre su gestión. Y esas dudas han llegado incluso hasta la prensa generalista con acusaciones desde otros medios de que Bitfinex está emitiendo más tethers que los dólares que tienen para manipular el precio del Bitcoin. Algunos se han puesto a analizar como se relaciona la emisión de tethers con el precio del bitcoin y en qué cantidades son emitidos y han visto indicios de manipulación (archive) como ya mencionaba el estudio de las Universidades de Tulsa y Tel Aviv antes mencionado.

Con todos estos puntos oscuros en los mercados de Bitcoin en general y en Tether/Bitfinex en particular, a pocos habrá pillado por sorpresa que el Gobierno de los EE.UU. podría estar investigando a Tether/Bitfinex.

Así que, si después de leer todo esto todavía necesitas preguntarme qué opino del Bitcoin (u otras criptomonedas), mi respuesta es que no veo ningún motivo por el que alguien podría querer entrar en ese mundo. Porque aunque realmente (realmente) sepas como funciona y seas capaz de esquivar todas las trampas y peligros que lo rodean y seas tan afortunado como para hacer ganacias, lo tendrás realmente difícil para convertir esas ganacias en dinero que realmente puedas usar.

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